Tras visitar
Fortaleza y poner pie en Santiago de Chile, nos ponemos en marcha para conocer tanto
históricamente como culturalmente esta gran ciudad. Habíamos pensado que
después de un gran desayuno, hacer un tour turístico empezando por conocer la
Catedral Metropolitana de Santiago de Chile.
Este gran
monumento, tuvo que ser reparada
ccuatro veces y reconstruida debido al daño causado
por terremotos e incendios. La construcción que pudimos apreciar, fue iniciada
por el maestro arquitecto italiano Joaquín Toesca, quien impuso su estética
neoclásica en los edificios más importantes de la ciudad. ¡Una auténtica joya!
Nos quedamos asombrados al verla desde fuera, pero lo mejor fue entrar y ver
cómo era por dentro. Es una de los hitos más importantes de la ciudad, debido a
su importancia para el mundo católico como por el verdadero libro de historia
que guardan sus paredes. ¡Un verdadero imperdible del Centro!
También visitamos a la virgen María, Cerro San Cristóbal, en plena
ciudad de Santiago de Chile a más
de 800 metros por el nivel del mar. Luigi Poletti fue el arquitecto de esta
obra original de Jiuseppe Obici, la cual fue ubicada en la cima del Cerro San
Cristóbal. La obra, de 14 metros de alto, fue inaugurada de manera oficial en
el año 1908 y desde entonces, es una de las imágenes más características e
importantes de la capital chilena.
No podía
finalizar la mañana sin visitar el espectacular Museo de las Bellas Artes, fue fundado el 18 de septiembre de 1880 y es el museo de arte más
antiguo de Latinoamérica. Exhibe un conjunto de colecciones entre las que se
cuentan pinturas, esculturas y gráfica, las que reúnen aproximadamente 5 mil
600 obras originales de los más importantes autores de Chile y el mundo. ¡Nos
encantó este hermoso Museo!
Tras acabar la
ruta turística, fuimos a comer al hotel, y después de descansar un poco, fuimos
a visitar el Palacio de la Moneda, ddebe su nombre a la función original que
cumplió, esto es, centro de acuñación de monedas. Su diseño es obra del
arquitecto italiano Joaquín Toesca. La construcción comenzó en 1784 y culminó
en la primera década del siglo XIX. Se emplearon como materiales cal de la
hacienda Polpaico; arenas del río Maipo; piedras de la cantera colorada del
cerro San Cristóbal; madera de roble y ciprés de los bosques valdivianos;
cerrajería y forja española de Vizcaya; y 20 variedades de ladrillos horneados
en Santiago para la construcción de dinteles, esquinas, pisos, molduras y los
sólidos muros de más de un metro de espesor.
De un estilo clásico, el edificio es un volumen horizontal que transmite fuerza y estabilidad. Orienta su fachada principal hacia la calle Moneda, y sus dependencias dan lugar a diversos patios, fuentes de luz y serenidad. El palacio de La Moneda es considerado uno de los edificios seculares más sobresalientes de la América Colonial.
Mar Egea.
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