Y, Última parada: ¡¡BUENOS
AIRES!!
Día 9, mientras volamos de
Calafate a Buenos Aires cenamos en el avión.
Día 10, Buenos Aires nos espera y
su rica gastronomía también. Después de haber visitado el Obelisco fuimos a
comer a un restaurante cercano; “La Estancia”, un asador criollo que nos dejó
boquiabiertas con sus platos, la carne que nos sirvieron era espectacular y no
podía estar mejor cocinada y nada que decir sobre aquellas espectaculares
empanadas. Este fue el menú que pedimos todas:
Por la noche, teníamos reservado
en el “Café Tortoni” un lugar muy conocido por su historia. Disfrutamos de una
maravillosa cena y un precioso espectáculo de Tango. La cena estaba buena, pero
las tartas... ¡Ay las tartas! Nos dejaron sin habla.
¡¡Se nos va acabando nuestro
maravilloso tiempo de viaje!! Vaya tristeza… pero aun nos quedan un par de días
de seguir disfrutando y comiendo maravillas.
Día 11, tras un largo paseo en
bicicleta por la preciosa reserva Ecológica, quisimos seguir disfrutando de la
naturaleza e hicimos un picnic sobre su césped con alimentos que habíamos
comprado previamente en el supermercado.
A la hora de la cena, y aprovechando
que estábamos por la calle Florida, nos quedamos allí a cenar. Entramos en un
restaurante que tenía buen aspecto y pensamos la comida podría estar rica. Se
llamaba “La Chacra”, un asador de bandera. El día anterior ya habíamos cenado
en asador, pero teníamos que disfrutar de la rica carne argentina.
Tenía una carta muy extensa de
carne, donde podías elegir lo que tú preferías y eso era lo que te servían. Era
buffet libre, por lo que se pagaba el menú con la bebida a parte, pero no
importaba cuanto comías.
Día 12, comimos en “El Jardín
Japonés un delicioso “sushi” que jamás olvidaremos.
A la hora de cenar, encantadas
con el maravilloso Tango que ya habíamos visto y con la morriña de que íbamos a
dejar Argentina y regresar a Valencia, fuimos a ver otro espectáculo de este
arte en “Madero Tango”.
Día 13, lloramos… es nuestro
último día, el viaje con el que llevábamos tanto tiempo soñando ha llegado a su
fin y la verdad, ha superado nuestras expectativas en todos los sentidos.
¡Podríamos volver rodando hasta España después de todo lo que hemos comido!
¡Qué pena que sacáramos nuestros billetes de vuelta!
Tras descansar toda la noche
Zzzzzzzzz y preparar nuestras maletas, nos dispusimos a dejar el hotel y a
comer en un sitio cercano para después, recoger el equipaje y poner rumbo al
aeropuerto. No teníamos mucho tiempo por lo que optamos por comida rápida. Unas
pizzas fueron la solución.
Ya en el aeropuerto, siendo la hora de cenar, cansadas y tristes, Mc Donald’s fue nuestro aliado.
Paloma Llinás